La Santa Compañía de Dios me acompañe, el manto de Santa María, su Madre, me cobije y de peligros y males me defienda. Ave María “gratia plena dominus tecum” (María llena de gracia, el Señor está contigo) me libre de todos los espíritus malignos bautizados y sin bautizar. Cristo vence, Cristo reina, Cristo de males y peligros me defienda. El justo y Señor Individual hijo de Santa María, aquel que nació en Belén en aquel solemne día, que no pueda yo por eso ser ni muerto ni con la justicia…