1 A Verónica, que con su rechazo provocó en mí el ardiente deseo de mejorar mis destrezas seductivas y sembró así la semilla de mi futuro éxito con las mujeres. Te estoy agradecido. A todos los hacedores del mundo, que asumen la responsabilidad de sus vidas y de sus actos, no ponen excusas y se las ingenian para encontrar un modo de conseguir que las cosas ocurran, no importa las dificultades que haya que vencer. 2