Para aprovechar los últimos ejemplares de esta fruta de invierno, te enseñamos a preparar esta exquisitez, perfecta para el desayuno o para la hora del té. La presencia de la cáscara de mandarina hace que el budín sea fresco y súper aromático. Por otro lado, las semillas de amapola -si decidís agregárselas- le darán un toque especial. ¿El plus? No lleva manteca sino aceite vegetal, y necesitás solo un huevo. ¡A cocinar!