Al principio, los dulces eran traídos de otros lugares, pero con el fin de brindar un mejor servicio, la familia Guizar compró las recetas de sus antiguos proveedores y empezó a elaborar por su cuenta los dulces en el sótano de su casa. Aunque ya no en un sótano, la producción de éstos sigue haciéndose de manera artesanal y el número de recetas ha ido aumentando.