Abdu es un fenómeno. Tiene 10 años y vive en una ciudad llamada Asayita, en Etiopía. Durante la semana va al colegio, y por las tardes trabaja transportando bidones de gasolina en su bici. Trabaja duro, y ha podido comprarse una segunda bici, que alquila a sus amigos. Con el dinero que gana, se va los sábados en la primera furgoneta de la mañana a ver a su madre, que está internada a 80 km porque tiene VIH. Le lleva algo de comida, dinero, y una tarjeta de teléfono para poder hablar con…