Sé que aún eres muy pequeña para poder leer por ti misma todo esto; pero el día que puedas hacerlo, y cuando llegues a esta parte de mi carta, te voy a pedir algo... ¿Te acuerdas del duende que vivía en un parque y guardaba sueños de colores en un frasco? ¿Sí?... Ahora cierra tus ojos e imagina lo siguiente: Un buen día, ese duendecito que vivía en un parque, estaba muy, muy aburrido y vació su frasco de sueños para irse por ahí a recolectar otra cosa. Caminó por las calles y se subía dond...